¡Hola, soy Rachel!

Nací en Madrid. De niña quería ser veterinaria y escritora, porque me apasionaban los animales, los libros y escribir. Por avatares de la vida terminé estudiando Derecho y, tras licenciarme, decidí que quería ver mundo, así que me formé como profesora de español, hice las maletas y, tras varios meses por Europa, salté el charco y acabé en Nueva York. 

Tuve la suerte de que al lado de casa estaba la librería Barnes & Noble de Broadway. Allí me pasaba las tardes enteras, porque podías coger un libro y sentarte a leer en un rincón (algo que ahora es muy habitual pero hace años era un tesoro para los lectores sin muchos recursos). Fue allí donde descubrí al creador de la novela negra, Dashiel Hammet, y con él a Raymond Chandler, Patricia Highsmith, Dona Leon o Michael Connely, entre otros. Ellos, junto con Conand Doyle o Agatha Christie entre otros, me animaron a dedicarme a la que ha sido mi gran vocación desde niña: asesinar. Sobre el papel, eso sí. :-). 

Mis primeros pasos (literarios)

Volví a España y durante varios años compaginé la escritura y mi formación como escritora con mi trabajo en una multinacional. Comencé escribiendo relatos de suspense, un formato que me encanta y al que vuelvo entre novela y novela. El primero que escribí, El tercer secreto, se publicó en una antología de la editorial El arte de escribir. El segundo, A punto de, ganó el VI Premio P+L de Verano 2011, gracias a los votos de los lectores. En 2018 publiqué mi primera novela, Cuando el Diablo se sienta a tu lado, con la que acudí a la feria de Sant Jordi en el 2019. En 2022 publiqué una tercera edición con una nueva portada.

Dos años después, tras un giro en mi vida personal digno del más apasionante thriller, dejé mi trabajo y desde entonces me dedico por completo a la escritura. Publiqué mi segunda novela, En mitad del invierno, una novela negra con gran carga psicológica. En 2022 vio la luz El club Highsmith, historia centrada en la captura de un asesino en serie con mucha investigación criminal y en 2023 un thriller de acción y aventura titulado Una gota de agua, mi última novela hasta ahora.

Tras el giro en mi vida del que te hablé antes volví a hacer las maletas, dejé atrás la ciudad y me mudé a la montaña. Al poco de llegar adopté a Ocho, el mestizo de gran danés que ves conmigo en la foto. Él es mi fiel compañero de todas mis investigaciones y novelas y se sabe mejor mi horario de escritura que yo.

Ocho duerme a mi lado en el sofá mientras leo o escribo y juntos disfrutamos de largos paseos por el bosque; incluso inspiró uno de los personajes caninos de «El club Highsmith».

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Comencé a jugar al rugby en la universidad y desde entonces se convirtió en mi deporte favorito, tanto para jugarlo como para verlo.

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Nací zurda, pero en el colegio me obligaron a escribir y a hacerlo todo con la mano derecha, hasta que me volví diestra. En 2023 me rompí el brazo derecho. Tras tres meses con él en cabestrillo, soy zurda de nuevo. Ironías de la vida :-D.

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Me vuelven loca los artículos de escritorio: post-its, lápices, rotuladores, cuadernos, libretas… Para mí perderme en esa sección de unos grandes almacenes es como ir a Disneylandia.

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Soy una lectora incansable. Para mí no hay plan mejor que un buen libro, música de fondo y tirarme en el sofá con Ocho a mi lado mientras disfruto de un buen libro. Tengo, además, la suerte de que en una de las librerías del lugar donde vivo permiten entrar a los perros, por lo que podemos ir juntos a husmear 😉 entre libros.

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Mientras escribo me gusta escuchar todo tipo de música, desde clásica hasta rock. Mi grupo favorito es Queen, pero no puedo escribir con su música de fondo porque, en cuanto suena la voz de Freddy Mercury, me levanto, agarro un micrófono imaginario mientras hago playback y gesticulo como él en el escenario (o lo intento, al menos).

El mundo de la novela negra y policíaca es inmenso y siempre hay un nuevo misterio que desentrañar. Por ello te invito a que cojas tu lupa, afines tus dotes deductivas y te embarques conmigo en esta aventura literaria. 

Mantente alerta, querido/a lector/a. La próxima pista puede estar escondida a plena vista.

¡Feliz lectura!​